Alex Wolff fue parte del elenco de El legado del Diablo, película de terror del 2018 que fue aclamada por la crítica. Al día de hoy podría decirse que de alguna manera se ha convertido en un clásico y que el largometraje de Ari Aster quedará por siempre en nuestra memoria. Además la actuación de la protagonista - Toni Colette - fue muy comentada y deslumbró a todos. Pero, ¿qué secuelas puede dejar a una persona, el hecho de grabar una película de terror con escenas verdaderamente fuertes a nivel emocional?
“Confesaré que esa película me hizo todo el daño que puede hacer una película” declaró Wolff en una entrevista. Y agregó: “ Es muy difícil porque, como actor, no quieres sonar pretencioso o como si algo fuera demasiado serio porque tenemos un trabajo cómodo en muchos sentidos, pero este fue uno de esos momentos difíciles en mi bienestar emocional”. Su papel de Peter Graham le valió muy buenas críticas pero a nivel personal, le dejó muchas secuelas emocionales y psicológicas con las que el actor tuvo que lidiar.
Otra de las cosas que el actor enfrentó durante la filmación fue por ejemplo, beber vinagre balsámico antes de cada escena para poder lograr proyectar terror en su rostro. También, hay una escena donde un demonio lo posee y cuando cae, se golpea la cara contra el pupitre -ya que es una escena donde estaba en la escuela-. En este caso, el golpe fue tal que la sangre que le corría por la nariz, fue real.
Si quieres revivir el trailer de esta inquietante película, podrás verlo aquí. Además de Colette y Wolff, también forman parte del elenco Milly Shapiro y Gabriel Byrne.
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