En abril del 2019 el actor Joseph Gordon – Levitt (Looper: Asesinos del futuro) dio una charla en Vancouver. “Tener la atención de otro es algo poderoso. Siendo actor, soy un poco experto en eso o en realidad, en nada” bromea y continúa “pero sí sé lo que se siente en lograr tener esa atención (…) estoy muy agradecido por eso porque como dije, es algo poderoso. Pero hay otro sentimiento que es muy poderoso también y que es lo opuesto: prestar atención”.
El actor continúa remarcando que, a lo largo de los años de su carrera, estaba siempre muy acostumbrado a escuchar la misma secuencia una y otra vez “rodando, luces, claqueta, acción”. “A partir de ese momento todo lo que pueda estar distrayéndome en mi mente, desaparece” sostiene.
Luego continúa hablando de cómo los grandes avances tecnológicos que hemos experimentado a gran escala en los últimos años han permitido que cada vez más personas puedan tener ese sentimiento de generar que otro nos preste atención realizando cualquier tipo de actividad creativa: escritura, dibujo, fotografía, música, etc. “Los canales de distribución han sido democratizados” afirma. Pero teme que esto no sea del todo positivo ya que considera que la creatividad se está convirtiendo cada vez más en un medio para un fin, siendo ese fin, el hecho de querer obtener la atención de otro. “Cuanto más presto atención, más feliz me siento, pero cuanto más busco llamar la atención de otros, más infeliz me siento” dice.
Puede que estemos ante cierta contradicción ya que el actor comenta que algunos le han preguntan que, si no le gusta llamar o captar la atención de otra persona, por qué se dedica a la actuación y él simplemente les responde que actuar no se trata de eso, sino que la actuación es arte. Y a partir de este momento introduce a la charla a las redes sociales, contando que algunas veces su proceso creativo se vio afectado por pensamientos en relación con las redes sociales que la tecnología provee. Por ejemplo, cuenta que en vez de leer un guion y enfocarse en la historia, en pensar cómo interpretaría al personaje, cuáles serían sus matices, etc., su mente pensaba acerca de qué pensaría la gente en las redes sociales sobre la película, qué comentarios dirían. Pero remarca que con esto no quiere decir que la tecnología es enemiga de la creatividad, sino que “es una herramienta que tiene el potencial para fomentar la creatividad humana como nunca antes se vio”.
Sin embargo, no quiere ignorar lo que es el modelo de negocio de atención en el que se basan todas las compañías de redes sociales. “¿Que venden? Venden atención para que sus patrocinadores puedan hacer dinero” afirma. Entonces, sostiene que el foco sobre el que debemos reflexionar no es sobre qué es lo que venden sino por qué las redes sociales captan nuestra atención constantemente. “Cuanta más atención tú puedas captar de tus seguidores -sean muchos o pocos- más atención podrá vender Instagram. Entonces es un interés de Instagram que tú captes la mayor cantidad de atención posible”. Y continúa “de alguna manera te entrena para que tú quieras esa atención y te sientas estresado cuando no la tienes (…) es una verdadera adicción, donde nunca nada es suficiente (…) esto es lo que las compañías venden y así es como hacen su dinero”. Y concluye “si tu creatividad está motivada por el deseo de captar atención, nunca estarás satisfecho creativamente”.
Por último, vuelve a retomar el otro sentimiento que mencionaba al principio: el de prestar atención a una sola cosa. Menciona que según científicos y neurocientíficos, cuanto más se haga esto, mayor será la felicidad. Y luego traslada esto al set de filmación diciendo que lo ideal fue comenzar a ver a otros actores y actrices no como competencia sino como colaboradores ya que de esta forma se pudo enfocar en su trabajo únicamente y pudo obtener muchos mejores resultados que si se perdía en sus propios pensamientos acerca de si se hablaría más de la actuación de otro actor o actriz que de la suya. Y remarca “lo mismo sucede con internet: si dejáramos de ver a otros como competidores, podría ser un gran lugar para encontrar colaboradores”.
¡Una excelente reflexión!
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