Lo mejor que le brinda a un director la experiencia es conocer los géneros al detalle, además de trabajar con una gran cantidad de artistas. Por eso, a la hora de poder burlarse de algunas convenciones se consigue un resultado perfecto.
Peter Segal lleva casi toda su vida detrás de la cámara y para Grandes espías (My Spy, es su título original) quiso mezclar dos estilos: acción y comedia. ¡Y lo hizo a la perfección!
“Definitivamente sabíamos que queríamos distorsionar el género (…) y entonces, cada vez que sabíamos que había algo que estábamos haciendo similar a una película de espías real, decíamos: “Tenemos que burlarnos de eso”, sostuvo el director ante la prensa.
Ante la consulta sobre si le quedaron burlas en los que no trabajó, Segal respondió: “hay muchas, muchas que no pudimos hacer, así que si hay otra (secuela), estoy seguro de que seguiremos… Mientras sigan haciendo Bonds y Misión Imposible, seguiremos adelante”.
My Spy. Un encuentro inesperado cargado de aventuras
Sophie (Chloe Coleman) tiene apenas 9 años y es muy astuta, por ese motivo no le costó mucho trabajo descubrir la misión de espionaje a cargo de JJ (Dave Bautista). El agente, entre la espada y la pared por una serie de misiones que salieron mal, no puede arriesgarse a que la misión fracase.
Ambos, la niña y el agente, deben negociar para que la verdad no se descubra.
Sophie tiene una gran idea: quiere que JJ le enseñe todo lo que sabe sobre espionaje y así evitar que sus compañeras de colegio se burlen de ella.
¡Una historia para no perderse!